1/6/09

Co/iter.

Lejos, aún la tierra
se emborracha
de los jazmines agrios de gusanos
que corrompen su tiesa carne.
Roen los ojos, los genitales,
la lengua.

Ella se abraza a mi cuerpo
mis manos encarcelan su cintura,
mi boca bebe sus pechos,
la florave del paraíso
se fija al techo
ajando la luna.

Y los besos comen la carne,
se hunden en las ternuras,
ansiando la caída del sol.
El fuego óxido que mate todo,
que vomite todo; ceniza todo.
Son la tierra lejana, son las tumbas, la sal y el viento.