9/1/08

Canto Xesto.

Tras la fiebre, nazco yo.
Un sendero ínfimo y mío
que el alba pare y perdura mil noches
en tu pelo se enreda, se tiñe cielo en tus iris
y gustoso rapé en mi labio.
Triste caperuza
linda como agosto
en la serranía
sendero mío, a juglar
sencillo juego
mientras te amo,
mientras todo a sexo huele
me hiero mariposa
para regalarte un poema
que mi boca tartamuda
no declama en cobardía.
Una llama, almafisura,
pare esta lágrima
que se hace camino.
El poema que la Magdalena
hizo a Cristo recitar.

Canto Cinco.

Ahora es mañana.
mi pelo se enreda
entre los lentes
mi boca tiene besos
de café
poco, vicente, tengo de dios
-y sin embargo-
Ahora es mañana
mi piel se deshace
de la piel de ayer
de la sábana ya cansada
de abrigarme
poco, huidobro, tengo de fe
-y sin embargo-

Canto II.

I siendo mariposa
estos colores me has regalado
i siendo mariposa estos dolores
has colorido
de flor en flor la pena
se va haciendo copla,
de mano en mano
se hace un hombre
con aroma de fruta nueva.
Canta el pájaro
un terrón de adulzar
para herir la vena.
Siendo mariposa
un color me ha herido
i la noche más nunca dejará
de aletear.

1/1/08

Creciente.

Me hundí en tus ojos
de río crecido.
que arrastran lágrimas, cuerpos, follajes
hacia el mar de mi pecho

¿Cómo llega hasta mi este río
nacido de tu dulce manantial?
¿Cómo se vuelve barro
la tierra fértil del poema?
¿Hija de qué viento
es esa nostalgia azul
que bate mis ramas
y desprende el fruto y la flor?

Luna, compañera, inalcanzable compañera,
besarte la pollera he querido, lejana compañera,
hacia la utopía me estiro y al alba te beso:
también tú vienes a dormir en mi pecho

Mujer, lejana dama de poemas y dolor,
vente a soñar en mi pecho de sal,
en los poemas aún dormidos
entre cuerpos, follajes, flor,
luna, frutas maduras, y secas quimeras,

quedate en mi boca, dando voz a mis poemas.